C: The Money of Soul and Possibility Control

C: The Money of Soul and Possitility Control

2011

11 Episodios

22 Minutos por episodio aproximadamente

Sinopsis: Yoga Kimimaro es un muchacho universitario que lleva una vida muy difícil desde la muerte de su madre y el suicidio de su padre. La falta de dinero siempre ha sido la causa de esto, pagar renta, la matrícula de la escuela, su comida... estos y otros problemas, como pasar por un enamoramiento no correspondido y la presión de trabajar medio tiempo, desembocan en la aparición de un extraño sujeto que le ofrece estabilidad financiera de una manera poco usual. Haciéndose miembro de un universo alterno conocido como Distrito Financiero, puede ganar dinero peleando en retos contra otras personas, usando compañeros virtuales como armas en los enfrentamientos. Sin embargo, el cuidar el dinero de Midas del Distrito Financiero y evitar la bancarrota es primordial, ya que el futuro del mismo miembro es puesto como garantía tras aceptar ser parte del grupo.

Reseña: Pues acá tenemos entre manos un extraño anime original de FUNimation en colaboración con otras tantas productoras que no mencionaré. La idea principal no es difícil de entender, se apega más al tipo de tramas donde un juego tipo battle royale es el centro de todo, aunque tiene sus características, como que siempre debe haber un número fijo de miembros y la derrota no significa la muerte precisamente.

La animación es buena y hay especial atención en los efectos de batalla y los escenarios, aunque por momentos (en algunos diálogos) parece quedarse congelada, quizá para evocar alguna sensación de dramatismo que no terminó de funcionar. El diseño de los personajes, sin embargo, es curioso se apega bastante bien a la trama.

Una de las características inmediatas que tiene este título, entre el fandom en general que lo ha visto, es que quizá no sea tan gustado. La narración es pesada y generalmente viene dada por monólogos en su mayoría, lo que podría ser aburrido para un público casual. No tiene tantos personajes, y ninguno en sí mismo goza de un buen desarrollo, salvo el antagonista y, por supuesto, Kimimaro, el protagonista, pues el tiempo en pantalla de éste no deja espacio para subtramas de apoyo.

El peor punto de C es tal vez aquello que para otros lo salvara de ser malo: las peleas. Éstas no tiene pies ni cabeza. De pronto empiezan y usan ataques o defensas sin sentar absolutamente ninguna base antes, no hay reglas evidentes y por ende tienden a ser altamente arbitrarias, rematadas por un power-up al final. Los conceptos son igualmente confusos, una voz electrónica recita ciertos comandos y las cantidades de dinero fluctúan rápidamente y nunca se sabe por qué.

A pesar de que la trama está bien encaminada y por sí sola no es tan pretenciosa y complicada, hay que aceptar que el modo en que es llevada es algo tediosa, y que ni las peleas ni el final tan abrupto y falto de desarrollo y explicaciones no le ayudaron nada. De todos modos tiene cierto aire oscuro y el protagonista es uno muy bueno, al que le encontramos sentimientos por todos lados, y la química que tiene con su compañera fue suficientemente buena para terminar de ver esta serie.

Entre los seiyuus que dieron vida a los personajes destaca Uchiyama Kouki en el papel de Yoga Kimimaro (muy grato escucharlo en roles que no sean estrictamente serios, ugh), Takahiro Sakurai, y un poco de Kimura Ryouhei y Kakihara Tetsuya. El orgásmico opening corrió a cargo del extraordinario grupo de rock Nico Touches the Walls, benditos.

Veredicto.

Lo bueno: Personajes interesantes y una buena trama.
Lo malo: Peleas muy arbitrarias, desarrollo muy pesado para videntes más casuales o light.
Lo extraño: ¡¡MEZOFLESHOOOOOOOON!!!

Calificación: 7


A pesar de que, personalmente, fue de mi agrado, C: The Money of Soul and Possibility Control tiene unos fallos que simplemente no se pueden negar. Sigue siendo aburrida por partes y las peleas pudieron estar mucho mejor pensadas y no sólo usarlas de filler como Efecto Apantallapendejos. No es lo mejor que podrías elegir para ver, pero tampoco estaría mal que le dieras una oportunidad.