Chihayafuru
2011-2012
25 Episodios
22 Minutos por episodio aproximadamente
Chihayafuru 2
2013
25 Episodios
22 Minutos por episodio aproximadamente
La segunda temporada sigue inmediatamente los acontecimientos tal como fueron dejados al final de la primera.
Reseña: La serie Chihayafuru es una combinación extraña entre una demografía y un género que muy rara vez se empatan, josei y deportes, respectivamente, y sólo por tal podría parecer suficientemente interesante como para darle una oportunidad. No se equivocan, lo es, de otro modo no habría visto las dos temporadas que juntas suman cincuenta capítulos. Ambas temporadas se basan en el manga homónimo de la mangaka Suetsugu Yuki, que desde el 2007 sigue en publicación en la Be-Love.
Vamos a empezar partiendo por la premisa de que no, Chihayafuru no es todo perfección y de hecho tiene muchos desperfectos. Apoyados en la entrada de características del género deportivo, nos podemos dar cuenta de muchas cosas. Cumple con ciertos requerimientos básicos de manera adecuada, incluye personajes primerizos que poco a poco van aprendiendo las reglas del juego, lo que nos ayuda a familiarizarnos nosotros mismos con éste. Los jugadores veteranos explican eficazmente cada una de los conceptos y jugadas, además de que en la competencia hay tensión y el karuta por sí solo es muy interesante.
Pero surgen varios problemas muy recurrentes en el género. Sí, la mayor parte de los juegos avanzan de manera forzada y no son desarrollados en su totalidad. De pronto vemos que, con escenas congeladas y dramáticas, o incluso desviándose con alguna plática o soliloquio en otro lado, el juego va avanzando rápidamente hasta puntos o jugadas claves prefabricadas por la autora sin mucho respaldo para llegar a ellas. Este problema se ve repetido varias veces durante el avance de toda la serie, la mayoría de ellos termina de la misma manera.
Por si fuera poco, también existe un abuso en dos recursos que sólo pueden dejarlo un poco peor. El primero de ellos es el argumento semifantástico a la hora de las partidas, sobre todo del lado de Chihaya. Luego tenemos un ligero caso de apantallapendejos que sirve para justificar la velocidad de reacción de algunos personajes, lo que en muchos casos vuelve las partidas totalmente arbitrarias y con tal la medición de la habilidad de los rivales o incluso los propios protagonistas se ve completamente perdida. Y estos son problemas que perduran durante ambas temporadas.
Afortunadamente tenemos entre manos un deporte que si bien es llevado con algunos fallitos del género, no es totalmente un desperdicio. Aprender cosas sobre el karuta, sus reglas, e incluso sobre los cien poemas no deja de ser interesante en todo momento. Por otro lado los protagonistas tienen un buen trasfondo y se sienten creíbles, además de que hay una excelente interacción entre todos ellos. Algunos pecan de simplicidad o no tienen suficiente impacto por sí solos, pero siguen teniendo un rol que cumplir dentro de todo.
Quizá el detalle del romance sea un factor que de hecho le dé algo de soporte, pero viéndolo como una serie que se quiere enfocar en lo deportivo podría incluso pensar que está un poco de más. No dudo que haya muchos fans de esto que realmente estén interesados más en ver cómo acaba este asunto que en la competición. Sobre esto, si está bien o mal, siento que es, más que nada, un recurso que le da algo de profundidad a ciertos personajes y diversidad a todo el asunto, pero repito, no es por lo que esta serie debería verse o seguirse.
La historia quizá no sea del todo compleja, puede que su simpleza sea otro de sus encantos, pero siendo un anime de deportes no se aparta del cliché. El objetivo de Chihaya, que desde el principio se plantea muy grande, se va dividiendo en pequeñas metas desde fundar y mantener el club hasta ir ganando competiciones para subir de rango. Viendo que los rivales son algo estereotípicos o las partidas cumplen con funciones muy básicas como las de hacer lucir a alguien cool o elevar la percepción de habilidad de un contrincante, el asunto avanza entre torneos y entrenamiento de una manera bastante básica y carente de algún tipo de chispa que lo separe de otros tantos del género.
En cuanto a lo visual, pues qué decir. El diseño de personajes es buenísimo y los efectos de iluminación son grandiosos, aunque a veces demasiado brillantes. Las texturas detalladas y los patrones de los hakama no eran fondos inmóviles; los escenarios detallados e impresionantes, sobre todo los edificios tradicionales. En cuanto a música, otro gran acierto, las melodías eran encabronadamente buenas y transmitivas, y ningún opening o ending era completamente adelantable.
Del lado de los seiyuus nos encontramos a Miyano Mamoru y al genialoso Yonaga Tsubasa, al señor Nakai Kazuya, Kayano Ai y Seto Asami en el rol de Chihaya. Entre muchos, muchos más, pues esta es de esas series que tienen personajes por montones.
Veredicto
Lo bueno: El karuta es hermoso y muy interesante. Muchos datos sobre éste, información de los cien poemas, entonaciones e historia. Gran interacción entre personajes, técnicamente soberbia.
Lo malo: La historia es demasiado lineal y cliché. El deporte pudo estar mucho mejor trabajado, y en general tiene fallos específicos del género.
Lo obvio: ¡¡¡Team Taichi!!!
Calificación (Chihayafuru): 8
Calificación (Chihayafuru 2): 8.
Sí, no se salva de ciertos detalles, y en algunos aspectos palidece. Se siente que pudo ser mucho mejor, pero vaya que es jodidamente enviciante, los personajes son adorables y el concepto es tan fresco y genial que simplemente no se puede dejar de ver. Chihayafuru es una recomendación total, es un anime deportivo que aunque tiene sus detalles, cumple con todo lo demás de una manera satisfactoria.
Y bueno, mayo estuvo un poco ausente, pero espero tomarme mi tiempo y dedicarle más a este blog de aquí en adelante T_T
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