Boku no Hero Academia

Boku no Hero Academia

También conocida como: My Hero Academia

2016

13 Episodios

24 Minutos por episodio aproximadamente

Sinopsis: En un caótico mundo de personas que nacen con súper habilidades, héroes y villanos también forman parte de una sociedad en la que ser justiciero es una forma más de ganarse la vida. Midoriya Izuku, o simplemente "Deku", es un muchacho que ama a los héroes y anhela ser uno de ellos a pesar de no haber nacido con ninguna habilidad. Por ello apunta a ingresar a UA, una prestigiosa academia de héroes conocida por su rigurosa prueba de acceso. Entre el hecho de haber conocido a su ídolo de toda la vida, el héroe All Might, y sus terribles circunstancias, Deku lucha por alcanzar su sueño a pesar de las adversidades, entre las que también figura su amigo de la infancia y ahora su rival, Bakugou Katsuki.

Reseña: Y, como si no estuviésemos putas hasta el pinche cuello con el cuento de los súper héroes hoy en día, va la Jump y serializa otro manga más del tema. Inundados ya con película tras película tras película, series, cómics, libros, y cuantimamada, el fenómeno también infecta al país del sol naciente y esta obra es sólo una de sus muchas consecuencias. Basado en el manga del mismo nombre, que como mencioné, viene publicándose en la prángana y sobrevalorada Shounen Jump desde el 2014, de la mano de Horikoshi Kouhei, quien apenas es conocido por unos mangas cortos y un oneshot, cuyos nombres no vale la pena mencionar. Eso sí, tiene un arte muy chulo.

Para comenzar, sí, los errores que uno puede esperar de este tipo de series: está llena de clichés, personajes estereotípicos, poderes al estilo anime y peleas que buscan acaparar la atención. Y aunque esto es malo, porque es pan con lo mismo, da tristeza ver lo pobremente encasillados que están los mangas de la Jump al insistir tan remarcadamente y con tanta vehemencia el hacer del protagonista un perdedor patético que va a terminar triunfando. Es el lema de la Jump. Perdedores para perdedores, ¿por eso nos toman? Y no me lo tomen a mal, sólo me pongo en sus zapatos y en su manera de pensar, de verdad, ya chole, son contados sus mangas que no tienen esta premisa (Ansatsu Kyoushitsu es un salón lleno, de hecho). Eso mezclado con el hecho de que luchando duro vas a poder superar los obstáculos genéticos que te fueron impuestos al nacer. En serio... (como si Naruto no lo haya dejado ya suficientemente claro con muchos de sus personajes).

Como sea, a pesar de todo Boku no Hero Academia sí logra lucirse, afortunadamente. En primer lugar porque, aunque repetitivos y cansinos, los personajes son manejados de la manera adecuada para que ninguno robe demasiado tiempo en pantalla o dé la sensación de tener mucho más peso del que terminará cobrando. Uno de los problemas aislados con éstos es que el móvil es muy unificado para todos (volverse héroes), y realmente hay muy pocos que se salgan de esta regla. Con los villanos, desgraciadamente, no hubo tiempo para desarrollar una intención más allá de la pretención tan superficial con la que aparecieron, cosa que espero se arregle con los capítulos venideros (sí, dudo mucho leer el manga). La suceción de hechos es lógica y no es pretenciosa, todo fluye bien aunque la historia no sea tan sofisticada. Es una serie que cumple perfectamente con lo que promete, sin ir más allá y sin decaer.

Digamos que la lista de fallos cae precisamente con el argumento de las particularidades (como se conocen los súper poderes dentro de este universo). Éstas son variadas y entendibles, pero los límites de cada una no están bien definidos desde un principio y esto hace que por momentos se vuelen la barda con alguna arbitrariedad. Los enfrentamientos, desgraciadamente, tampoco siguen algún tipo de patrón lógico y en realidad va más de ver quién le pega al otro con más ganas. Ok, esto último no es una regla todo el tiempo, de hecho sí hay unas dos o tres ocasiones en que hay un seguimiento más minucioso con respecto al desarrollo de la batalla, pero esto es poco utilizado y pudo haber sido el elemento que levantara a la serie por sobre sus similares (oh, Ueki, te extraño mucho).

 

Del lado de la historia, como tal, no nos podemos quejar tanto. Sí, es plana y en general se sigue del lado sólo del protagonista. No busca despegar y creo que jamás lo hará, pero hay mucha sensatez en su propio encasillamiento y eso se agradece, pues no busca aparentar ser mucho más grande de lo que ya es, y esto la vuelve muy llevadera, entretenida e interesante. Es una historia simple que siempre apunta al meollo del asunto, no se desvía innecesariamente y mantiene un ritmo muy constante, cosas que parecen ser muy difíciles de alcanzar con otros títulos similares. Además, oh señor bendito, hay casi nulo fanservice.

Creo que no tendría que ser vista con un punto de vista tan negativo, pero uno de sus grandes enemigos es el tiempo en el que sale. Todo mundo está montado en el tren del mame respecto a lo que héroes se refiere. Ya los vemos por todos lados y de muchas formas, y creo que Japón tiene suficiente identidad propia para proponer otro tipo de cosas con sus propios fundamentos en vez de querer hacer suyo algo tan occidental. Por eso es que esta serie pierde puntos al tener ya tantas referencias tanto de anime como de animación americana y la agresiva campaña hollywoodense por metérnoslos en lo más profundo de los cerebros.

Sobre la animación, es bueno que Pierrot no le echara las garras encima y pudiéramos ver esta versión de la mano de FUNimation. Creo que el diseño de personajes es suficientemente fiel y que la paleta de colores tan chillante y saturada le vino de maravilla. Sí, todavía hay algunos momentitos de pausa en varias de las escenas de acción, pero creo que esto es con el propósito de dar dramatismo, así que no sólo se le puede perdonar, sino hasta ver con buenos ojos (¿por qué? Porque no es un recurso del que abusen).

La música es llevadera, no remarcable ni mucho menos memorable, pero supongo que funciona. Es decir, ni opening ni ending estuvieron suficientemente a la altura, aunque tampoco puedo decir que sean malos. Con respecto a las voces, hubo un casting muy sólido detrás de los personajes, especialmente los destacados y grandiosos Okamoto Nobuhiko, Ishikawa Kaito, Uchiyama Kouki y Kaji Yuki. En el protagónico estuvo Yamashita Daiki, a quien se le da genial hacer estos personajes chiquitos y patéticos. Por ahí también estuvieron Hosoya Yoshimasa, Inoue Marina, Suwabe Junichi y el señor Miyake Kenta.

Veredicto.

Lo bueno: Historia muy llevadera y cumple perfectamente con lo que promete. Los personajes están donde deben y son creíbles. Tiene una buena animación y por lo general luce muy bien.
Lo malo: La historia pudo ser mucho mejor, pero peca de simple. Los personajes carecen de móviles más complejos y menos estandarizados (¡quiero ser un héroe y pelear por la justicia, yei!) y ni los principales pueden desarrollar mucha profundidad.
¡Oh, sorpresa!: ¿Sabían que pueden ver un anime sin antes haber leído el manga en que se basa? ¡No es necesario! ¡Inténtenlo!

Calificación: 7



Boku no Hero Academia es una buena propuesta que fue empañada por el merchandising y redes sociales actuales, donde salta el universo Marvel y DC hasta en el porno. Con una red tan unificada y llena de información, memes, y películas que no tienen más de dos meses de espacio entre ellas, estamos seguros de ya haberlo visto casi todo. Y no es que este anime sea malo, sostengo que es muy sensato y se disfruta muchísimo. Desgraciadamente ya no se puede tener una posición muy neutral en este género, y las flaquezas de esta serie brillan más por la repetición y el hartazgo que ya tengo de todo el asunto.

Sin embargo, la sigo recomendando. Si tú todavía no sufres del hastío que yo le tengo a los suckerhéroes, entonces Boku no Hero Academia te va hacer pasar un gran momento. De otro modo, pues no digo que tampoco la vayas a disfrutar, pero es muy poco propositiva y se estanca en los clichés del género y de la puta revista que publica el manga original.