viernes, 5 de junio de 2015

Kiseijuu: Sei no Kakuritsu


Kiseijuu: Sei no Kakuritsu
También conocida como: Parasite; Parasyte
2014-2015
24 Episodios
23 Minutos por episodio aproximadamente

Sinopsis: Mientras descansa escuchando música, Izumi Shinichi es atacado por uno de los muchos parásitos que han descendido del cielo en forma de esporas. Gracias a su reacción oportuna, Shinichi evita que el parásito tome su cerebro, pero en cambio éste se apodera de su mano y brazo derechos, obligándolo a coexistir en un mismo cuerpo. Casi al mismo tiempo conoce la verdad: otros parásitos lograron tomar por completo el control de sus huéspedes y se alimentan de seres humanos, desencadenando una ola de terror y asesinatos brutales en todo el mundo.


Reseña: Kiseijuu: Sei no Kakuritsu, o sólo la primer palabra, como lo resumiremos en esta reseña, fue un anime que vio su emisión durante el final del año pasado y el inicio de éste, con una temporada larga. Está basado en el manga clásico que conserva el título "Kiseijuu", que fuera publicado durante finales de los ochenta y primera mitad de los noventa en la revista especializada Afternoon, de mano del mangaka Iwaaki Hitoshi, que logró compilar sesentaicuatro capítulos en diez volúmenes.


Y pareciera que en una ida al baño, luego de ver The Thing, a Hitoshi-san se le ocurriera la "idea". Bien no se puede negar la similitud tan descarada, que es la de un ente carnicero que puede adoptar una forma y aptitudes cotidianas para mezclarse con el entorno, y que ha sido parcialmente plagiada por otras tantas, como la película americana The Faculty, y no yéndonos tan lejos, Tokyo Ghoul. Es muy parecido, ¿no? Sin embargo, como en el último ejemplo, al creador le dio por ponernos desde la perspectiva de uno de estos seres, sentando quizá uno de los precedentes más recurrentes en el género (tomando en cuenta que, de hecho, es un manga algo viejo), que es el del clásico híbrido de humano y criatura en turno que está en el ojo del huracán.


Aunque la manera en que se aborda la historia es interesante en un principio, el objetivo se ve sumergido rápidamente entre una serie de acontecimientos casi aleatorios, salidos de ninguna parte. Si en un principio parecía que jalaba hacia algún lado, los cambios de actitud de Shinichi y el adoptar una segunda personalidad de manera tan repentina le quitó mucho del encanto que gozaba, que es obviamente el de ser capaz de despertar en el espectador algún sentimiento de comprensión por una situación tan difícil.


La historia no tiene un conductor concreto y pareciera contar con muchos personajes totalmente supérfluos, que no aportan absolutamente nada. Sin un objetivo fijo, el asunto se va dividiendo en pequeñas historias que se van amontonando, es decir, surgirá alguna problemática que será resuelta en unos cuantos capítulos, para dar paso a otra nueva, y subsecuentemente llegar al final. Es como una historia de arcos muy cortos que realmente no tienen una conexión verdaderamente profunda o que la hagan parecer como una serie más homogénea.


Por si esto fuera poco, volvemos al mismo cantar que sufre la mayoría de las series tipo gore: la teatralidad y el fanservice. Escenas innecesarias y brutalidad para comprar público seinen wannabe, con muchísimos personajes creados únicamente con el propósito de morirse de forma estúpida y hasta hilarante. Y, desgraciadamente, Kiseijuu falla en generar la tensión clásica que al menos otras series pueden aportar, tal es el caso de Terra Formars.


La ventaja obvia de esto es estar basado en un manga finalizado (aunque desconozco qué tan fiel fue la adaptación al material original). Y aunque Shinichi tenga su fallo en su apsus piedra cool, es un personaje que cumple bien con su rol protagónico, su móvil es creíble y tiene mucho tiempo para desarrollar cierta complejidad. Otros tantos que le rodean tienen el mismo acierto, y aunque también hubo argumentos ridículos y que no tuvieron ningún tipo de explicación (como el del sexto sentido idiota), hubo otros que le dieron frescura y mantenían la serie interesante en todo momento.


Técnicamente fenomenal, el diseño de personajes es excelente, las texturas y efectos muy detallados. Se sintió que la animación era fluída y no hubo momentos de pausa demasiado descarados. Musicalmente, pues sí, es olvidable, y salvo el opening y ending podría no haber más cosas que rescatar. El trabajo actoral fue ejemplar, desde Shimazaki Nobunaga, que demuestra que sabe interpretar buenos personajes y no sólo muñecos sin sentimientos que hablan, hasta el papel más raro en la carrera de la popular Hirano Aya. También estuvieron por ahí Murase Ayumu, el simpatiquísimo KENN, don Inoue Kazuhito Kakashi-sensei, la superespectacular e inigualable Sawashiro Miyuki y el camaleónico Namikawa Daisuke. Chopi.

-Dame un beso de lengüita-

Veredicto XVI... ok, no


Lo bueno: Grandes efectos en pantalla y se mantuvo interesante siempre. Un elenco de seiyuus envidiable.
Lo malo: Demasiados clichés, aun siendo uno de los fundadores del género, tener una adaptación tan tarde sólo acentúa el sentimiento. La historia no se siente unificada en absoluto, mucha teatralidad y fanservice.
Lo sinceramente estúpido:Quizá el mayor argumento en Kiseijuu era el no poder distinguir a los parásitos a simple vista (a menos de poseer un poder telepático espacial ortogonal nuclear anal), lo que de cierto modo mantuvo a Shinichi en el anonimato. Avanzada un poco la historia encontraron un método efectivo para esto. "La manera de reconocer a los parásitos es [spoiler]. Pero el repentino cambio de personalidad, la pérdida de comprensión ante sentimientos humanos, además del estrabismo y autismo espontáneos, no tienen absolutamente nada que ver, no se alarme. Es más, si ve a alguien así sígalo a los lugares más solitarios y oscuros que encuentren, quizá le den un regalito."

Calificación: 7.



Pues será un pionero del género, pero no le veo la grandeza por ningún lado. Siento que todavía soy demasiado bueno con la calificación, pero no puedo bajársela porque a pesar de haber sido un anime largo, me entretuvo y no lo sentí tan forzado. Creo que es un buen precursor para muchas cosas, pero tiene la desventaja de haber salido muy a destiempo, cuando muchas de las ideas que quizá hasta fundó ya fueron explotadas hasta el hartazgo. Ni modos.

martes, 2 de junio de 2015

Chihayafuru; Chihayafuru 2


Chihayafuru
2011-2012
25 Episodios
22 Minutos por episodio aproximadamente

Chihayafuru 2
2013
25 Episodios
22 Minutos por episodio aproximadamente

Sinopsis: A la llegada de un niño nuevo a la primaria, Wataya Arata, que de por sí es introvertido y serio, sus compañeros de clase, en especial Mashima Taichi, comienzan a molestarlo debido a su carácter y al acento que tiene para hablar. Sólo Ayase Chihaya, una bella niña de maneras bastante masculinas y torpes, se acerca a él y descubre la gran pasión que tiene éste por el karuta, deporte tradicional japonés de cartas. Gracias a su amistad con Arata, Chihaya desarrolla el mismo gusto por el karuta, y promete algún día llegar a ser la Reina (Queen), la jugadora más fuerte de todo el país.

La segunda temporada sigue inmediatamente los acontecimientos tal como fueron dejados al final de la primera.


Reseña: La serie Chihayafuru es una combinación extraña entre una demografía y un género que muy rara vez se empatan, josei y deportes, respectivamente, y sólo por tal podría parecer suficientemente interesante como para darle una oportunidad. No se equivocan, lo es, de otro modo no habría visto las dos temporadas que juntas suman cincuenta capítulos. Ambas temporadas se basan en el manga homónimo de la mangaka Suetsugu Yuki, que desde el 2007 sigue en publicación en la Be-Love.


Vamos a empezar partiendo por la premisa de que no, Chihayafuru no es todo perfección y de hecho tiene muchos desperfectos. Apoyados en la entrada de características del género deportivo, nos podemos dar cuenta de muchas cosas. Cumple con ciertos requerimientos básicos de manera adecuada, incluye personajes primerizos que poco a poco van aprendiendo las reglas del juego, lo que nos ayuda a familiarizarnos nosotros mismos con éste. Los jugadores veteranos explican eficazmente cada una de los conceptos y jugadas, además de que en la competencia hay tensión y el karuta por sí solo es muy interesante.


Pero surgen varios problemas muy recurrentes en el género. Sí, la mayor parte de los juegos avanzan de manera forzada y no son desarrollados en su totalidad. De pronto vemos que, con escenas congeladas y dramáticas, o incluso desviándose con alguna plática o soliloquio en otro lado, el juego va avanzando rápidamente hasta puntos o jugadas claves prefabricadas por la autora sin mucho respaldo para llegar a ellas. Este problema se ve repetido varias veces durante el avance de toda la serie, la mayoría de ellos termina de la misma manera.


Por si fuera poco, también existe un abuso en dos recursos que sólo pueden dejarlo un poco peor. El primero de ellos es el argumento semifantástico a la hora de las partidas, sobre todo del lado de Chihaya. Luego tenemos un ligero caso de apantallapendejos que sirve para justificar la velocidad de reacción de algunos personajes, lo que en muchos casos vuelve las partidas totalmente arbitrarias y con tal la medición de la habilidad de los rivales o incluso los propios protagonistas se ve completamente perdida. Y estos son problemas que perduran durante ambas temporadas.


Afortunadamente tenemos entre manos un deporte que si bien es llevado con algunos fallitos del género, no es totalmente un desperdicio. Aprender cosas sobre el karuta, sus reglas, e incluso sobre los cien poemas no deja de ser interesante en todo momento. Por otro lado los protagonistas tienen un buen trasfondo y se sienten creíbles, además de que hay una excelente interacción entre todos ellos. Algunos pecan de simplicidad o no tienen suficiente impacto por sí solos, pero siguen teniendo un rol que cumplir dentro de todo.


Quizá el detalle del romance sea un factor que de hecho le dé algo de soporte, pero viéndolo como una serie que se quiere enfocar en lo deportivo podría incluso pensar que está un poco de más. No dudo que haya muchos fans de esto que realmente estén interesados más en ver cómo acaba este asunto que en la competición. Sobre esto, si está bien o mal, siento que es, más que nada, un recurso que le da algo de profundidad a ciertos personajes y diversidad a todo el asunto, pero repito, no es por lo que esta serie debería verse o seguirse.


La historia quizá no sea del todo compleja, puede que su simpleza sea otro de sus encantos, pero siendo un anime de deportes no se aparta del cliché. El objetivo de Chihaya, que desde el principio se plantea muy grande, se va dividiendo en pequeñas metas desde fundar y mantener el club hasta ir ganando competiciones para subir de rango. Viendo que los rivales son algo estereotípicos o las partidas cumplen con funciones muy básicas como las de hacer lucir a alguien cool o elevar la percepción de habilidad de un contrincante, el asunto avanza entre torneos y entrenamiento de una manera bastante básica y carente de algún tipo de chispa que lo separe de otros tantos del género.


En cuanto a lo visual, pues qué decir. El diseño de personajes es buenísimo y los efectos de iluminación son grandiosos, aunque a veces demasiado brillantes. Las texturas detalladas y los patrones de los hakama no eran fondos inmóviles; los escenarios detallados e impresionantes, sobre todo los edificios tradicionales. En cuanto a música, otro gran acierto, las melodías eran encabronadamente buenas y transmitivas, y ningún opening o ending era completamente adelantable.


Del lado de los seiyuus nos encontramos a Miyano Mamoru y al genialoso Yonaga Tsubasa, al señor Nakai Kazuya, Kayano Ai y Seto Asami en el rol de Chihaya. Entre muchos, muchos más, pues esta es de esas series que tienen personajes por montones.


Veredicto


Lo bueno: El karuta es hermoso y muy interesante. Muchos datos sobre éste, información de los cien poemas, entonaciones e historia. Gran interacción entre personajes, técnicamente soberbia.
Lo malo: La historia es demasiado lineal y cliché. El deporte pudo estar mucho mejor trabajado, y en general tiene fallos específicos del género.
Lo obvio: ¡¡¡Team Taichi!!!

Calificación (Chihayafuru): 8
Calificación (Chihayafuru 2): 8.



Sí, no se salva de ciertos detalles, y en algunos aspectos palidece. Se siente que pudo ser mucho mejor, pero vaya que es jodidamente enviciante, los personajes son adorables y el concepto es tan fresco y genial que simplemente no se puede dejar de ver. Chihayafuru es una recomendación total, es un anime deportivo que aunque tiene sus detalles, cumple con todo lo demás de una manera satisfactoria.




Y bueno, mayo estuvo un poco ausente, pero espero tomarme mi tiempo y dedicarle más a este blog de aquí en adelante T_T