sábado, 5 de febrero de 2022

Wotaku ni Koi wa Muzukashii

 

¡¡Hola!! Cuánto tiempo, ¿no? Vaya, realmente se siente raro volver a esto. Bueno, ya hablé de muchas cosas en la entrada pasada en cuanto a razones y circunstancias que me hicieron alejarme de este blog, que espero hayan leído (porque no estaba tan larga, vamos). Lo único que quiero aclarar es que este no es un regreso tal cual, mi vida sigue igual de ajetreada y la verdad aunque no como antes, intentaré ir poniendo algo de vez en cuando. Es IMPENSABLE que pueda tener tiempo nuevamente como para ver los animes de la temporada e incluso decidir cuál me gustó más. Con eso bien clarito, entonces sí, comencemos otra vez:

 

Wotaku ni Koi wa Muzukashii
También conocida como: Wotakoi; Love is Hard for Otaku; El amor es difícil para el otaku
2018
11 episodios
22 minutos por episodio aproximadamente


Sinopsis: Momose Narumi es la típica joven adulto japonesa que en mi país conocemos como "Godín", una empleada de alguna gran compañía que se gana la vida realizando labores de escritorio en algún elevado piso de un edificio en medio de la ciudad. Sin embargo, luego de complicaciones en su último lugar de trabajo, decide cambiar de aires y probar en una nueva empresa, prometiéndose a sí misma que, para evitar conflictos con allegados de su nuevo empleo, evitará a toda costa que sepan su secreto guardado con más celo: es una otaku fan del Shounen Ai y el Yaoi (generalizado como BL). A este anime siguió una OVA que no he visto y que no es considerada dentro de esta reseña, gracias por su comprensión.

 

Reseña: Wotakoi, al que así llamaremos por dos causas, porque me da weba escribir el nombre completo, y porque es mucho más popular conocida por este nombre estilizado, fue un anime de duración estándar emitido durante la primavera del 2018. Es una adaptación del manga homónimo de la mangaka Fujita, publicada en la Comic POOL, revista mensual que realmente no tiene obras que me sean muy conocidas. Es, además, el primer gran éxito de su autora, por lo que no hay ejemplos memorables con los que ustedes puedan familiarizarse. Esta adaptación fue llevada a ustedes por sus bonachones y siempre profesionales amigos del estudio A1-Pictures, que normalmente suelen entregar productos con una factura muy alta (visualmente hablando), gracias al varo que soltaron las productoras Aniplex, Dentsu y Fuji TV.

 

Vaya, la realidad de este anime me parecía mucho más reciente de lo que pensé. Es lo último que vi, hace un par de semanas, y se me hacía más como que era al menos del 2020. Y pues sí, les prometí que, puntualmente, sería la próxima reseña que les traería. No es como usualmente comienzo las reseñas, pero tengo el gravísimo problema, con este anime, que el título se ve traicionado rápidamente pasado apenas un capítulo. NO, el amor no es difícil para estos otakus, de hecho, creo que es bastante funcional y estable. No es que esperara ver un culebrón, sabía que era un slice of life de comedia ligera y masticable, pero esto no le quita que su nombre sea considerado hasta publicidad engañosa. 


 Ok, si nos vamos a lo puramente técnico, tiene unos momentos de brillantez espectaculares. No recordaba que el anime en general se viera tan bien, y más me sorprende porque ahora ya sé que, de hecho, tiene sus añitos. En espacios abiertos, y con muchos modelos moviéndose en pantalla, es una puta maravilla. Si hicieran loops con esas escenas los miraría por horas. Sin embargo, estos momentos son muy escasos, generalmente se mantiene dentro de un estándar, que aunque es bastante alto, tampoco es que apantalle tanto como otras cosas con más tiempo. Por esto mismo pueden esperar excelentes escenarios, movilidad y poco abuso de recursos como tramas de colores, puntos o estrellitas; o chibis, que suelen ser usados para bajarle un poco al detalle en la animación.

 

Lo que sí es mencionable con esto último es que, vamos, es un anime de vida cotidiana donde muy poco esfuerzo para animar movimiento es requerido. O sea, no estoy demeritando el trabajo de los animadores, pero me refiero a que no es lo mismo producir este tipo de cosas con buena calidad, que un anime deportivo o de peleas, donde los movimientos son mucho más exigentes, precisos y espectaculares. Y, aunque tuvo en algunos momentos algunas escenas fuera de lo cotidiano, dentro de un ambiente digamos menos convencional, ni entonces se volaba por completo la barda. Por eso no es especialmente destacable que Wotakoi se vea tan chulo siendo del género que es. El diseño de personajes es muy fiel a sus contrapartes del manga, y en general creo que es bastante agradable a la vista, tiene sus buenas dosis de detalle si es que eres observador.

 

Luego viene lo que a historia se refiere. La verdad es que la trama no es nada del otro mundo. No sé cuántas veces he visto repetida, en anime o manga, la misma cantaleta de esconder que uno es "otaku" porque es socialmente mal visto en Japón. Y bueno, si me conocen saben que defiendo que la historia o la trama no tienen que ser necesariamente originales para que un título brille, pero con este la verdad no siento que le viniera especialmente bien, sobre todo porque... ¡¡PORQUE VALE PITO!! Así es, la trama que le da inicio al anime, y por la que básicamente tiene ese nombre engañador, no sobresale en absoluto dentro de la historia. Si hay un mensaje con el que nos tengamos que quedar de este anime es que no, niños míos, el amor no es difícil para los otakus.

  

La verdad siento que es un anime básico, básico, básico. Es básico tanto en historia como en personajes. Todos son pan con lo mismo. Vamos, tienen una interacción bonita y las cosas funcionan como deben, pero caramba, ¿ya no tienen imaginación los mangakas? ¿Por qué se cuelgan siempre de los mismos recursos para contar una historia? Ya me sabía qué pedo con los personajes, y ninguno llega a sorprender o a lucirse por ser auténtico y memorable. Momose siegue siendo la misma niña tierna, buena gente y dulce que ya conocemos de toda la vida. Y la verdad es que la historia no es tan sofisticada como para merecer otra cosa, pero rayos, para haber alcanzado la popularidad que tuvo sinceramente sí me esperaba mucho más. Vamos, que hasta el puto cabello rosa tiene, ¡¡como todaaaaas las calcas de su tipooooooooooooooo!!

 

Bueno, no todo es malo. Aunque es verdad que opino que los personajes son horriblemente estereotípicos, sí hubo uno que resaltó. Nifuji Hirotaka, el protagonista masculino, es el personaje "serio", sacado del molde de personaje frío, que siempre está en un tono grave y que podría comer cagada a cucharadas sin cambiar la expresión de la cara. Pero, aunque es verdad que viene del estereotipo que más ODIO en todo el anime, creo que es el ejemplo perfecto de cómo llevar a un personaje sacándolo de su estándar. Me refiero a la entrada de buenos y malos personajes: un buen personaje es aquel que reacciona de acuerdo a lo que le está pasando, que tiene una motivación creíble. Hirotaka sí es el personaje serio, pero no siempre está igual, tiene momentos en que se avergüenza, en que se ríe, o hasta en que oculta el rostro por vergüenza. ESTO ES A LO QUE ME REFERÍA, carajo, un personaje serio no tiene por qué serlo siempre. Me hubiera gustado que, vaya, tuviera más momentos así, pero lo poco que tuvo se agradece infinitamente.

Aunque, la verdad fue que la pareja "main" no fue el verdadero motor para ver esta cosa completa, porque eran sosos hasta decir ya. El soporte de toda la serie lo llevan los otros main, no sólo porque eran mucho menos funcionales y más interesantes, sino porque los actores de voz sobresalían tanto que se comían a los otros dos completamente. Y es que, chingados, cómo no adorar el trabajo espectacular e impecable que Tomokazu Sugita y Sawashiro Miyuki siempre hacen. Que son unos malditos dioses, por todos los cielos. Y no es que el trabajo de los otros dos fuera malo, pero es que meh.
 

Del resto del elenco qué chingados les puedo contar, es virtualmente inexistente porque esta cosa apenas se sostiene. Hay por ahí un par de personajes que, como deben imaginar, sólo existen para llenar la lista de asistencia que la predefinición y el cliché siempre dictan. Porque, repito, la historia es increíblemente simple y tan banal que prácticamente se va escribiendo a sí misma. Vamos, que no conecté ni con el otaku de los videojuegos, que es lo que a mí personalmente me ultra chifleishon. Ahí hubo en pantalla una pequeña narración que hacía que todo pareciera un videojuego o una novela interactiva que la verdad le venía muy bien a lo que estaba pasando, pero la verdad no es tan destacable. Pudieron abusar de ella, pero es un acierto que no lo hicieran.


En general, aunque no se sintiera que los personajes no tuviera una buena interacción entre ellos, tampoco lo era mala. El rollo romántico era soso y la verdad jamás me golpeó como sí lo han hecho otras cosas. Lo que pasaba no me lo creía porque entre los personajes no existía mucha química... aunque bueno, esto si hablamos de la pareja main, con la otra ya dijimos que el asunto era un poco más interesante. Lo malo de esto último es que, uno, esa pareja no tuvo tanto tiempo para desarrollarse por culpa de los otros dos bodrios, y dos, los problemas que llegaban a tener realmente eran muy simples y no trascendían al siguiente capítulo, todo se arreglaba y quedaba zanjado dentro de los 22 minutos que duraba cada uno.

 

En el trabajo de voces pudimos escuchar a las espectaculares y siniguales actuaciones de los ya mencionados, pero no suficiente, Tomokazu Sugita y Sawashiro Miyuki. También estuvo por ahí Kaji Yuuki con un personaje bastante chocante, aunque su trabajo siempre es indiscutiblemente increíble, Arceus bendiga su voz por siempre. Y los protagonistas fueron Date Arisa e Itou Kento, a quienes no conozco y de quienes no creo hacerme fan porque sus personajes meh. Quizá son actores que la armaron durante mi lapsus de no ver anime, y espero que puedan brillar en otras producciones porque aunque su trabajo no es malo, es muy bueno, no tuviera la oportunidad de lucirse en este trinche anime mediocre de canasta básica.

 
Veredicto.

Lo bueno: Técnicamente es hermosa, la animación, el diseño de personajes, el color, las texturas, el movimiento en escenarios grandes. Tomokazu Sugita, Sawashiro Miyuki y Yuuki Kaji son unos malditos adorados, sólo por ellos vale la pena.
Lo malo: Que casi casi, sólo por los actores valga la pena. La historia la pudo escribir un chango con una lobotomía cerebral, los personajes son de un estereotípico, que te cagas. Es una de las cosas más pinche básicas que he visto. Básico, básico, básicooooooo.
Qué pedo: Oigan, tantos años de no ver anime, y tenía que agarrar esta cosa apenas regresar.

Calificación: 5.


Bien, creo que queda bien claro, ¿no? No creo que sea una pérdida de tiempo, tiene sus cosillas, y me gusta que Hirotaka no siempre sea un puto mueble. Pero tampoco destaca, amigos, yo creo que su tiempo se merece cosas mejores. Ahí ustedes si, después de tanto despotricar, le siguen dando un chance.

Oigan, ahora que me acuerdo, les mentí, vi otra cosa por ahí en estos años, quizá sea lo que agarre para reseñar próximamente. También dejé en borrador varios títulos que valdría la pena traerles poco a poco. Mientras tanto, saben que agradezco de corazón que mantengan vivo este blog con sus lecturas todos los días.