sábado, 12 de noviembre de 2016

Handa-kun


Handa-kun
2016 (Verano)
12 Episodios
24 Minutos por episodio aproximadamente

Sinopsis: Handa Sei es el muchacho más odiado de su escuela. Víctima de variadas formas de bullyng ha aprendido a crear un entorno de rechazo y aislamiento que lo mantiene a salvo de las personas en su propio y pequeño mundo. O esto es lo que él piensa. En realidad es la persona más popular de la escuela, y lo que él ha malinterpretado como bullyng resulta ser muestras de admiración y aprecio, aunque lo que sí auténtico es su negativa a socializar con sus compañeros. Esto es la premisa para que haya muchos malentendidos y situaciones graciosas a su alrededor.

Handa-kun es una precuela de Barakamon, que narra los días preparatorianos de su protagonista.


Reseña: Ok... Handa-kun fue un anime de verano de 2016, que se extendió durante 12 episodios de duración estándar, basado en la obra homónima de la mangaka Yoshino Satsuki, autora de Barakamon (daaaaah). Dicho manga fue publicado entre 2013 y 2016 con 34 capítulos recopilados en siete tomos. Siendo Barakamon el gran y casi inmediato éxito de Yoshino-sensei, y planteándose a sí misma dedicarle un manga a la vida escolar de su protagonista, Handa-kun parecía tener un futuro ciertamente brillante.


El problema para empezar es que probablemente quiso abarcar más de lo que podía. Handa-kun es decepcionantemente malo, tomando como contraste la obra anterior, que contaba con su carisma y encanto tan únicos, cosas que esta madre no pudo heredar de ninguna forma. Primero porque se traiciona el universo planteado en la primera obra al llevar su slice of life creíble, ligero y bonito a una comedia para tarados, llena de personajes horribles, situaciones sosas y un protagonista que sólo comparte el nombre con el anterior, pues son dos personajes estructuralmente diferentes. Y lo siento, para esta reseña no hay de otra, Barakamon es la bara de medir.


Los fallos que cometió Handa-kun son muy evidentes. Por principio la narrativa es abismalmente diferente de su predecesora, que avanzaba con un hilo de eventos detonados por las inquietudes e inseguridades de su protagonista. Con este nuevo anime las cosas se voltean un poco aunque no completamente, pero ahora la perspectiva va a repartirse mucho más entre diferentes personajes, dejando a Handa como un personaje muy secundario en muchas situaciones. Además de que los hilos argumentales son muy cortos y no parece correr como una historia continua con un objetivo, como en el anterior, sino que esta es una serie inconexa que se la pasa presentando personajes que sólo se sumarán a un elenco que ni siquiera pudo ser explotado apropiadamente, dejándolos como elementos totalmente supérfluos.


Aunque eso sí, hay un pequeño elenco de recurrentes que van a sostener la trama. Primero, Handa, quien repito, aunque tenga el mismo nombre que el de Barakamon, es un personaje terminantemente diferente. Tiene un trasfondo tan estúpido que nadie lo cree, pero ok, vamos a darle el beneficio de la duda y a decir que al menos su motivación es sólida y que su actuar al menos tiene respaldo. Tiene las características básicas que podemos recordar de Handa Sei (ser un niño rico, practicar la caligrafía), sí, pero el detalle que yo le veo es que se construye a un personaje introvertido, temeroso de la sociedad, cuando en Barakamon se nos planteó un sujeto muy temperamental y arrogante que necesitó urgentemente de un cambio de aires para aprender un poco de sensatez y humildad, ¿dónde quedó todo eso? ¿Cómo puedes justificar que ese niño miedoso se haya convertido en el mismo personaje de Barakamon?. Y esto me rompió la madre, ¿cómo pudo su creadora tomar al personaje y mancillarlo de tal manera que la secuela quede con ese hueco? No puedes tomar algo, ni siquiera cuando es creación tuya, y traicionar todo lo que ya estableciste en pos de un nuevo objetivo (la comedia). Voy a aclarar, no creo que el Handa Sei de Handa-kun sea un mal personaje, de hecho es de los pocos que medio logra salvarse de la serie entera, pero es incompatible con el de Barakamon.


Ahora, respecto a los demás personajes, son tan malos que no sé ni por donde comenzar. Cómo es que la mangaka pasa de crear personajes con un poquito de médula, dándoles su contexto y dejando que se desenvuelvan, a caer sobre blandito y valerse de puros putos estereotipos para llevar esta otra serie. De verdad: el niño inteligente, el niño guapo, el niño rudo y el niño normal. Todos ellos son asquerosamente arquetípicos, predecibles, pinches, repetidos y no generan el más mínimo interés por seguir la serie, son quienes terminan de destruírla porque en ellos se apoya mayoritariamente todo el asunto. Sí, hay uno que otro de los episódicos que es un tanto más interesante, desgraciadamente voy a repetir lo que dije anteriormente: son un elenco que difícilmente va a hacer algo significativo en los capítulos posteriores a su aparición. Además, la resolución final es estúpidamente simple, te hace sentir que de verdad perdiste tu tiempo.


Otro de los contrastes que nos podemos encontrar acá estuvo en lo técnico. Barakamon fue llevado por los estudios VAP y Nippon Television, bajo la licencia de FUNimation. Podemos recordar sus escenarios abiertos, las texturas, las luces, el brillo y la vida que tuvo la serie. Por una razón que no puedo comprender, pero que seguramente fue muy estúpida, el desarrollo ahora corrió a cargo de Diomedea, también con la licencia de FUNimation. Ok, cambió el estudio, ¿pero tenía también que haber un cambio tan visualmente marcado? Aunque fuera una serie distinta, debía sentirse cierto vínculo, pero no, y no sólo eso, la animación estéticamente echa por la borda todo lo que fue Barakamon. Los escenarios palidecen, las texturas son planas, la paleta de colores es muy ténue y los fondos se difuminan en un blanco horrible. La sensación de profundidad se pierde muy constantemente por que el sombreado no es adecuado. El diseño de personajes también desgracia el establecido por la obra original, pues aquí hay algunos personajes con formas humanoides no proporcionales.


Y nomás para terminar de ponerle en la madre, para mis pulgas, ¡¡también cambiaron el casting!! ¡¡¿Por qué?!! Tomaron a Shimazaki Nobunaga para reemplazar el trabajo tan increíble y memorable de Ono Daisuke, matando no solamente su escencia, sino también su voz, que es el alma misma del personaje. También reemplazaron a Suwabe Junichi con Okitsu Katsuyuki en el papel de Kawafuji. Handa-kun contó con buenos actores de voz, entre los que destaca el duende Nobunaga ya mencionado (que sí es buen actor, pero me cagó el reemplazo), Yamashita Daiki, la diosa Kobayashi Yuu, Kakihara Tetsuya, Suzumura Kenichi y Kugimiya Rie.


Voy a terminar la reseña de una forma un poco diferente a la acostumbrada nomás para aclarar un punto muy importante. Handa-kun fue una grandísima decepción. Esto se debe porque su parent story es diferente en casi toda línea, y de un spin-off te esperas una conexión inherente que no necesiten estarte aclarando. Pero se sienten como dos universos completamente distintos. Handa-kun debió ser juzgada bajo la sobra de Barakamon, y no como algo aparte. Quizá si hubiese sido una serie equis, con distintos diseños de personajes y diferntes nombres la habría visto con otros ojos, y habría aceptado que aunque pendeja tenía su gracia. Desgraciadamente no fue y no puede ser así.


Veredicto.


Lo bueno: El casting de seiyuus. 
Lo malo: Barakamon fue muy grande para querer meterse en sus zapatos. Traiciona su propio universo, los personajes son diferentes, la proposición dista mucho de la grandeza de su predecesora. Un ridículo cambio de apariencia, y uno todavía más ridículo que involucra el ponerle otra voz al protagonista. La situación en sí misma es muy inverosímil y tiene un humor que raya lo bobo.
El peor capítulo: El primero. Sí, cuando menos de entrada sabíamos que no iba a ser una buena serie, sobre todo con ese patético intento de romper la cuarta pared.

Calificación: 4.



Handa-kun pudo haber brillado si hubiese sido una serie diferente, quizá hasta de seis. Pero Barakamon está ahí, y aunque no puedo echarme para atrás, todavía me arrepiento un poco de no haberle puesto el ocho de calificación. Lo que es un hecho es que si en escala de 0 a 10 Barakamon se llevó un siete, a Handa-kun le debía corresponder esa calificación.

Y sí, estuve a nada de botarla, pero la seguí viendo con el fin de poder despotricar aquí.

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