martes, 20 de septiembre de 2016

Cuticle Tantei Inaba


Cuticle Tantei Inaba
También conocida como: Cuticle Detective Inaba
2013
12 Episodios
23 Minutos por episodio aproximadamente

Sinopsis: Inaba Hiroshi es un antiguo miembro del departamento policiaco, que ahora trabaja independientemente en su propia agencia de detective privado, con sus dos ayudantes: Sasaki Yuuta, un chico travesti que lo adora; y Nozaki Kei... un personaje más. Inaba Hiroshi, detective de cabellos, tiene la particularidad de ser un lobo y poseer un poderoso olfato, además de una transformación que potencía sus habilidades, por lo que sus viejos colegas de la policía no evitan pedir su asistencia en casos especialmente difíciles. Pero las cosas se complicarán todavía más cuando un peligroso mafioso italiano, la cabra Don Valentino, llegue a Japón para robar todos sus billetes, porque adora el sabor del yen.


Sinopsis: Cuticle Tantei Inaba es un anime del 2013 transmitido durante la primer temporada de ese año. Es una producción de Showgate basada en el manga del mismo nombre que desde el 2007 y hasta la fecha continúa su publicación en la GFantasy (Kimi to Boku, Horimiya, Mahouka Koukou..., etcétera), de una mangaka (Mochi, aunque no estoy seguro de que sea hombre o mujer, ustedes disculparán), que apenas tiene algunas publicaciones medianas en su haber.


Vamos a empezar a hablar de este anime con la estructura de sus capítulos, cada segmento de veinticuatro minutos está seccionado en dos capítulos de alrededor de nueve minutos, de manera que en realidad podría considerarse una serie corta de 24 capítulos, pero enfrascados en el paquete de una serie de duración estándar, con su respectivo opening y ending. Con esto sobre la mesa, y con la reseña, nos podemos dar cuenta de que esta es una serie principalmente cómica planteada en un mundo donde animales parlantes y con forma humana conviven con el resto de las personas. ¿El tiempo de los capítulos qué tiene que ver con esto? Ok, yo veo muy difícil que algo más serio sea contado debidamente en capítulos tan cortos y que muchas veces ni siquiera tiene conexión entre sí.


El problema y universo en el que esta serie se desarrolla quedan explicados con el primer par de capítulos, y los subsecuentes servirán más como introducción a otros personajes regulares. De ahí en fuera no se puede decir mucho del tipo de situaciones que se gestan, en general tienen muy poca inventiva y son más del tipo aleatorio y fantástico. Los hechos que ocurren porque una serie de acontecimientos expliquen cómo y por qué han desembocado en ese punto no son un recurrente en este anime, donde en general reina el absurdo para divertir.


Y no es que yo esté en contra de esto, absurdo no es por definición algo malo, puede ser muy bueno si es usado de manera adecuada, cuando es sólo un elemento entre muchos otros. Pero si es aquello sobre lo que contruyes todo, pues se te viene abajo. El problema con Detecive Inaba está en que, precisamente, la serie peca de absurda y se pierde la poca línea de argumentos "serios" (contextualmente) que intenta introducir. Porque sí, entre toda la marejada de chistecitos tontos y situaciones ridículas, hay una especie de historia que está ligada con el pasado del detective Inaba Hiroshi.


Los personajes no son grandiosos tampoco. Digamos que, cuando menos, no estamos en la calle de la amargura en este aspecto, aunque son repetitivos y cada uno está ligado a un molde muy prefabricado, funcionan bien porque son llevados muy certeramente. La interacción entre ellos es lo mejor de la serie, es particular, se mantiene fresca y definitivamente es lo más llevadero de todo y lo que te jala para seguir mirando y mirando. El punto es que, desgraciadamente, Detective Inaba es su propio peor enemigo: mientras propone cosas interesantes entre toda la marejada de situaciones estúpidas y poco contextuales, se traiciona a sí misma enfocándose más en lo segundo. Hay cierto interés en mantener por ahí un hilo de misterio que pudo ser explotado mucho más, pero en general no progresa y los personajes que parecían iban a jalar el asunto para otro lado pasan a ser elementos más del repertorio que sólo aparecen de vez en cuando en algún episodio que muy de antemano sabemos no va a trascender ni significar nada, sólo estuvo pensado para hace reír.


Está bien, tengo un serio, serio problema con que una serie termine siendo tan absurda al mismo tiempo que deja trazos de algo mucho más profundo. Pero bien, vamos a darle chance y vamos a verlo con otros ojos. Digamos que esto fue pensado precisamente con ese propósito, el de ser una serie coqueta y chistosona que no buscara ir más allá de la situación e inventarse una que otra pendejada para sacarnos alguna carcajada. No puedo mentirles, en ese sentido la disfruté, y los personajes me hicieron pasar un buen rato. Sólo, insisto, no debió incluirse un hilo argumental que no iba a progresar y que no iba a ser tomado con el espacio que se merecía, porque queda supérfluo.


En cuanto a la animación, pues ni fu ni fa. Mientras hay muchos momentos en que los escenarios lucen realmente bien, y los personajes encajan perfectamente, constantemente, y para acentuar la comicidad, estos fondos son reemplazados con tramas de colores, motas, estrellas, corazones o cuantimamada, y los personajes pasan a sus alternativas chibis faltos de detalle. Y es que ir tan constantemente de un lado a otro simplemente saca de onda, bien pudieron fijar algo más terminomedio entre ambos para decir que, aunque no estuvo mal, se mantuvo. Aquí no, no se mantiene, a veces se siente con un estándar muy alto, para pasar a parecer que la hicieron con diez varos y una torta de tamal. La música es uno de los pocos aciertos de los que este anime podría presumir. El tema de Don Valentino es genial (y su ending es bastante chusco), y en la ambientación sentaba bien el ir y venir entre lo italiano y lo japonés (sobre todo porque uno de sus esbirros es como un samurai muy estereotipado -para bien-). El opening es muy pegajoso y adecuado, fue un single especialmente compuesto para el anime, interpretado por Suwabe Junichi, voz también de Inaba Hiroshi, el protagonista canino.


Entre el elenco de seiyuus, además del mencionado anteriormente, nos pudimos encontrar a los grandiosos Fukuyama Jun, Sugita Tomokazu, Hino Satoshi, Okamoto Nobuhiko y Tomokazu Takehito, aunque en papeles pinches de pequeños y poco recurrentes. Saiga Mitsuki OTRA VEZ haciendo voz de un niño (neta, ya chole, ¿no hay hombres para los personajes masculinos? Ya denle un personaje femenino a esta tipa, por dios). También al señor Ookawa Tooru haciéndolo grandioso como Don Valentino. Y nomás porque le tenía que caer mierda al pastel, al pinche insoportable de Irino Miyu-asqueroso. Ugh.


Veredicto.


Lo bueno: Serie cómica que funciona, es entretenida a mares y la interacción entre personajes resulta sobresaliente. Un gran casting de seiyuus.
Lo malo: Los seiyuus valen pito porque los realmente buenos actúan muy poco. Además figura el pinche Miyu ahí (ok, sé que es personal). La historia a veces se pasa de ridícula y absurda, además de que lo más interesante de ella se ve miserablemente minimizado.
Se robó el show: Don Valentino, pero sobre todo, el señor Ookawa Tooru, ¡qué bárbaro!

Calificación: 6.



No creo que Detective Inaba sea una total pérdida de tiempo, de hecho, si le quitáramos esos tintes de seriedad que se le quiso dar, pero que no progresaron, le habría puesto un ocho, es divertida y Don Valentino vale la pinche pena, en serio. El problema es que no es una serie consistente consigo misma, si hubiese sido toda absurda, bien. Pero le ponen un algo ahí que no cuaja y que nos deja a medias, y eso sinceramente me caga la madre. Así que seis.

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